BAUEN resiste

FOTOTECA

Una de las empresas recuperadas más emblemáticas, la cooperativa del Hotel BAUEN, entre la orden de desalojo y la ley de expropiación.

En toda crisis, hay oportunidades. En esto está basada la actitud de cientos de trabajadores, que una vez cesantes, decidieron seguir trabajando, e incluso dirigir aquellas quebradas empresas. Hacia comienzos de este siglo y ante la quiebra de varias empresas, miles de trabajadores se organizaron, armaron cooperativas de trabajo y empezaron a conducirlas ellos mismos. Aquellos que no sabían, se dieron cuenta de que se podía trabajar sin patrón. Así lo demuestran las 350 empresas recuperadas que hay en el país.

Legales y legítimos

Durante 1978 y en vísperas del entonces Mundial de Fútbol, el Hotel Bauen fue construido en tiempo récord gracias a los contactos de su constructor Marcelo Iurcovich con el intendente Osvaldo Cacciatore. Estos le permitieron obtener un crédito mediante el ya extinto Banco Nacional del Desarrollo (BANADE). Cuando la institución financiera cerró definitivamente en los años ’90, el Estado absorbió la deuda que hoy asciende a 170 millones de pesos.

En 2001, el hotel que había sido comprado por la empresa chilena Solari, se declaró en bancarrota antes de pagarle al grupo Iurcovich el total acordado. En medio de una de las peores crisis de la Argentina, dejaron sin trabajo a más de un centenar de personas. Sin embargo, en marzo de 2003, ex empleados organizados ocuparon y recuperaron el lugar abandonado y lo pusieron a trabajar como una cooperativa, dando empleo a 154 personas. Sin embargo, la Cooperativa de Trabajo Hotel BAUEN (Buenos Aires Una Empresa Nacional) todavía no ha logrado la expropiación por parte del Estado y el traspaso legal de la propiedad a la cooperativa. La Empresa Mercoteles S.A., que figura como dueña del sitio, reclamó la propiedad y exigió el desalojo. El reclamo obtuvo el respaldo de la justicia en 2014 y se ordenó el desalojo de los trabajadores y el retorno del control a la empresa.

Bancando la parada

En estos momentos, la Cooperativa se encuentra entre la orden de desalojo judicial que aún no se ejecutó y la aún pendiente de tratamiento ley de expropiación en el congreso. Ante la lentitud legislativa, se han presentado proyectos de ley para declarar al Bauen edificio de utilidad pública y necesaria su expropiación. Mientras tanto, sus trabajadores no dan el brazo a torcer y siguen logrando adhesiones a su causa. “Hay mucha fuerza social que no deja que se lleve a cabo el desalojo ya que el Bauen demostró ser sustentable y solidario con todas las organizaciones barriales o políticas; hoy, con un montón de convenios firmados con la Universidad San Martín y la Universidad de La Plata, así que estamos firmes y juntos, y no vamos a dar un paso al costado con nuestra situación vamos a seguir trabajando como lo hicimos estos 11 años”, cuenta Diego Ruarte, miembro de la Cooperativa.

Sin patrones, tomando las decisiones en asamblea y distribuyendo equitativamente los salarios, la cooperativa no sólo ha mantenido y mejorado las instalaciones del hotel de Avenida Callao al 300, sino que también ha invertido cerca de 9 millones de pesos en el proceso. Gran parte de ese dinero provino de fondos reunidos por los propios trabajadores que donaban parte de su salario para reformar las instalaciones y habilitarlas paulatinamente para los huéspedes.

Además de dar los servicios de alojamiento propio de un hotel tres estrellas, el Bauen es un espacio para el arte y la cultura. Así, el teatro, la música y las exposiciones se dan cita para recordarles a todos, argentinos y turistas, trabajadores y espectadores, que nunca jamás, estará muerto quien pelea.

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