En tu grato nombre, San Telmo

FOTOTECA

La memoria de uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires se encuentra bien resguardada. Aquí, la historia de quienes honran su nombre.

El barrio del arrabal, ese que estaba “extra muros”, aquel que supo contener en sus rincones las huellas de una ciudad aldea, aristócrata, inmigrante. Distinción y peste, caballeros y compadritos, grandes mercaderes y humildes obreros. ¿Quién más estuvo invitado a este verdadero crisol? Acaso eso es y será San Telmo, la inoxidable postal de una Buenos Aires que aprendió a maquillar su impronta hasta el punto de la metamorfosis. Sí, el viejo y querido San Telmo, el que derrama las nostalgias de un tango en sus callecitas adoquinadas, el que no quiere olvidar ni ser olvidado. Claro, no está solo en esta difícil pero valiosa cruzada. Desde estas líneas, invitamos a alzar las banderas en su nombre

Amanecer en el sur

El sol salió en San Telmo y echó luz sobre su privilegiada memoria. Allá por el año 2007, sin tendencias políticas y pregonando un periodismo comunitario, El Sol de San Telmo es mucho más que un periódico. Con el fin de celebrar y fortalecer la identidad barrial, no sólo tiene muchas cosas para decir; sino que se dispone a oír. Intercambio, diálogo y participación activa son las máximas que definen su lineamiento y espíritu. Vecinos, trabajadores y hasta aquellas personas que simplemente llevan al barrio en un rinconcito de su corazón están invitados a conservar su memoria, analizar su presente y debatir su futuro.

Sale con flash

Ante lo dicho, nada mejor que comenzar echando una mirada al pasado, y en el más literal de los sentidos. Así surge San Telmo Recuerda, un proyecto ideado para recuperar la memoria fotográfica del barrio. ¿Cómo? Con la participación de todos: desde instituciones barriales hasta vecinos o aficionados a la lente. La consigna es recolectar fotos anteriores al año 2000 y resguardar así la memoria colectiva del arrabal del sur. Calles, edificios, momentos, personalidades…todo cuanto pudiera retratar un momento de esa vida cotidiana que los cambios socio culturales por los que atraviesa el barrio -uno de los más transitados por el turismo internacional- amenazan con desdibujar. Decir presente para rescatar y reivindicar el pasado, esa es la cuestión.

Con el alma

“San Telmo nació con la ciudad misma. Primero semilla y luego tronco del frondoso árbol porteño. Su savia viajó durante años, rápida y vigorosa, a alimentar otras historias, otras ramas, otros vecindarios de la gran ciudad (…) Vivió el olvido y estar de moda en esta nueva etapa. ¿Son solo adoquines, rejas y ladrillos la riqueza que dejó el tiempo? Algo más que la memoria vive allí. Tiene alma de barrio y la gente es su cuerpo (…) Es un barrio sabio que se rebela a la poda de sus ramas con brotes nuevos. Defendamos y propaguemos su espíritu por amor a San Telmo”. Porque no solamente con la mirada se recuerda, con este prólogo se presentó Alma de Barrio, en el año 2012. Un libro sobre el patrimonio intangible de San Telmo, compuesto por 30 relatos de vecinos, comercios e instituciones que conforman la identidad y espíritu de la comunidad barrial. El Sol de San Telmo también estuvo detrás de esta iniciativa, con la colaboración de la Asociación Civil Rumbo Sur (quien trabaja en pos de fomentar la interacción entre el hombre y su cultura, identidad y bienes comunes como principal objetivo).

Es que si la historia y la memoria colectiva la construimos entre todos, también entre todos debemos mantener su fuego vivo. ¿Hay acaso mejor modo de comprender lo que fuimos, somos y podemos ser? Por lo pronto, aquí develamos un grato modo de comenzar a hacerlo.

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