(Re) Descubriendo San Telmo (Parte 1)

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El muy mencionado barrio de San Telmo esconde, como todo en esta vida, lo bueno, lo bonito y lo tradicional… y su opuesto.

El muy mencionado barrio de San Telmo esconde, como todo en esta vida, lo bueno, lo bonito, lo barato… Y su opuesto. Aquí, un recorrido de todo lo que debés saber de este tradicional barrio porteño.

 La mala noticia primero

El principal aspecto negativo de este barrio, particularmente sobre calle Defensa, es la progresiva desaparición de los locales de antigüedades y artesanías que están siendo reemplazados por locales de ropa y diseño independiente. En cuanto al domingo, la renombrada feria de San Telmo -antes realizada exclusivamente en Plaza Dorrego- hoy se lleva a cabo a lo largo de la calle Defensa, entre el Parque Lezama y Avenida de Mayo. Sin embargo, aquí es donde lo “hecho en china” tiende a aparecer en las calles. Por último, cabe destacar que el Paseo de las Historietas (serie de estatuas de los personajes ícono de las historietas argentinas) no se encuentra situado en San Telmo, sino que más bien en el barrio de Monserrat, sobre avenida Chile, y en su vecino barrio, Puerto Madero.

Entonces, ¿Por qué visitar San Telmo?

Lo que resulta interesante es la Feria de los domingos, que se lleva a cabo entre 10.00 Hs y 4.00 Hs. Además, en el Mercado y sobre calle Defensa hay un ambiente de carnaval bastante agradable. Por otro lado, este barrio cuenta con una historia interesante y con una arquitectura llena de anécdotas. Les propongo nadar en este artículo para comprender la evolución de este barrio tan particular.

Érase una vez el suburbio de San Pedro de Telmo

Al comienzo del siglo XVIII (entre 1700 y 1730), una de las calles que nacía en Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo) comienza a ganar importancia ya que se convierte en la arteria principal para llegar al centro de Buenos Aires, un pequeño puerto instalado sobre el río Riachuelo (Barracas). En un diámetro de 500 metros alrededor de la Plaza Mayor, los límites se definen con precisión. Sin embargo, la aparición de pequeños riachuelos impide la delimitación concreta de los alrededores. Esta calle, sin nombre oficial en ese entonces, adquiere el nombre de calle Del Puerto. Ésta comienza en el lado sur de la Plaza Mayor y se extiende 4.5 kilómetros hacia el sur, hasta Riachuelo. La calle está repleta de casas que bajan lentamente hacia un riachuelo, llamado Tercero del Sur, que cada vez que llueve, se convierte en un obstáculo para los transeúntes. Así, Tercero del Sur deviene rápidamente en una frontera natural. Es remarcable cómo dichos limites se han mantenido hasta hoy, a los pies de este pequeño río, hoy ocupado por la calle Chile.

Los comerciantes y aquellos que se encargaban de transportar mercadería tenían la costumbre de pasearse por calle del Puerto, ya que era la única vía de comunicación para llevar objetos al centro de Buenos Aires. Durante todo el siglo XVIII, la calle Del Puerto era la principal calle al sur de la ciudad (siendo calle Florida su contraparte en la zona norte). Subiendo por el puerto, los comerciantes se habituaron a hacer una parada a mitad de camino entre el Puerto y la Plaza Mayor, abrigándose de la lluvia particularmente. Dicha parada es llamada “el Alto de las Carretas”, que se convertirá más adelante en “el Alto de San Pedro”. Es el comienzo del nacimiento de San Pedro de Telmo y del futuro suburbio.

Sin embargo, en este “Alto” no hay realmente suficiente espacio, pero el camino se alarga bastante como para estacionar los equipajes, sin entorpecer el tráfico. Casas, pulperías y comerciantes se instalan aquí. En 1734, los jesuitas adquieren un terreno al Sur- Este para erigir un convento, una escuela y una iglesia (Nuestra señora del Belén). A este conjunto de construcciones se le llama “La Residencia”.

El suburbio comienza entonces a poblarse. La urbe crece y el tráfico de carretas también. Además, el “Alto” hace que la calle se alargue, con el fin de dar abasto con la afluencia de gente, haciendo que una plaza se forme en los terrenos de Juan Conde. En 1745 y por primera vez, el Cabildo de Buenos Aires estipula que el “Alto de las Carretas” servirá de reposo para los bueyes que tiran las carretas provenientes del Riachuelo. En mayo de 1767, el Cabildo de Buenos Aires compra el terreno de Juan Conde para hacer una plaza pública.

Tres meses después, en julio de 1767, los jesuitas son expulsados de Buenos Aires y “La Residencia” pasa a manos de la Orden de los Hermanos de Nuestra Señora Bethlehem, en 1795. Poco después, “La Residencia” se convierte en una prisión.

En 1806, el “Alto” deviene oficialmente la parroquia de San Pedro de Telmo. Poco a poco, se comienza a designar la zona como la parroquia y el suburbio de San Telmo. En cuanto a la pequeña plaza, esta adquiere el nombre de “Plaza del Comercio” hacia 1822. Es importante recalcar que con los años, el comercio se vuelve más y más importante, e inclusos los comerciantes más acaudalados se instalan en este barrio con sus familias. De esta forma, se puede comenzar a sentir un aburguesamiento del barrio a través de las construcción de casas cada vez más ostentosas.

En 1861, se construye sobre la “Plaza del Comercio” un mercado techado, llamado “el Mercado del Comercio”, que estará en pie hasta 1897. Este será reemplazado por el Mercado de San Telmo, sobre calle Defensa y Humberto Primo. Una vez que el “Mercado de la Plaza del Comercio” fue demolido, se plantan árboles en dicho terreno. Luego, la plaza cambia de nombre y se convierte en la actual Plaza Manuel Dorrego.

Hasta aquí, miel sobre hojuelas. El comienzo de un barrio que guardaría miles de anécdotas y que a través de los años ha ido adquiriendo una personalidad propia. En una segunda entrega reviviremos los estragos de la fiebre amarilla y cómo la población -cual Ave Fénix- ha sabido reinventarse en lo que hoy es el barrio de San Telmo.

Podés seguir leyendo sobre San Telmo en (Re) Descubriendo San Telmo (Parte 2) http://pulperia.wpengine.com/conoce/articulos/re-descubriendo-san-telmo-2/

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