Miss Argentina, con la banda puesta

FOTOTECA

Con acento y belleza nacional, el certamen Miss Argentina ha sabido escribir una piropeadora historia para las mujeres del país. Pase y vea.

Celeste y blanca la banda que han sabido cruzarse año tras año. Casi como la posta que congracia a una nueva heredera, a una juventud renovada aunque no sin apartarse de una virtud sine qua non: la belleza nacional. La que se luce por fuera, la que se porta dentro. Hoy levantamos el telón de Miss Argentina, un certamen con historia de la buena… o de la bella.

Toda la pompa

Para tirar al techo, sí. Aunque no hablemos precisamente de manteca, como diría Macoco Álzaga; sino de belleza. Ahhh, las féminas argentinas sí que han sabido cautivar los ojos de la más variada platea masculina. ¿Sería posible que una única mujercita pudiera encerrar el encanto de tantas? ¿Alzar la bandera de la belleza nacional en nombre de sus pares? Así lo creyó la Revista “El Hogar”, allá por 1928. Año en que organizó la primera edición de Miss Argentina. ¿Vio que el asunto viene de larga data? Las postulantes de todo el país no tenían más que enviar sus fotos a la editorial de la revista, quien se encargaría de seleccionar a las concursantes. En aquel primer certamen, el cetro se fue para las sierras, pues acabó en manos de la cordobesa Tulia Ciámpoli, de 16 años; aunque la elección se produjo a orillas del mar. Sí, el sitio elegido fue el prestigioso Club de Mar del Plata, cuyo presidente oficiara de jurado junto a los artistas Rodolfo Kiss y Richard Hall, entre otros. Le digo más, tanto kiss como Hall le obsequiaron a Tulia retratos de su autoría que fueron tapa de “El Hogar”. Todo un honor para Ciámpoli, que hasta se había dado el gusto, junto a sus otras compañeras, de visitar al presi Marcelo T. de Alvear y Regina Pacini, su esposa, en la propia casa de éstos. ¿Qué tal? Y no menos prometedor sería su futuro. Pues esta muchacha de cabellos y profundos ojos negro se convertiría en una de las primeras jóvenes del cine de los años ’30. Niní Marshall, Pepita Muñoz y María Esther Podestá fueron algunas de las estrellas con las que se topó en la pantalla grande; al tiempo que las tablas del Teatro Nacional la invitarían a compartir escena con otras tantas figuras.

Universales

Ya para el año 1930, la organización del concurso estaba en manos del periódico Crítica. Aunque algo más comenzaría a cambiar en dicha década. Miss Argentina dejaría de ser tan sólo un exponente de la belleza nacional para convertirse en una representante del país con todas las letras, y en más de un aspecto: gracia, simpatía, elegancia, buenos modos, mejor conducta. Toda una “misión patriótica” era la que habría de tener la ganadora; desde entonces, portadora no sólo de belleza física sino espiritual. Cóctel identitario que desfilaría por los escenarios del mundo, alzando y defendiendo la bandera nacional. Y vaya si así lo han hecho las elegidas. No se detuvieron hasta, casi, casi, conquistar el universo. ¿Sabe que misses argentinas estuvieron a punto de conseguirlo? Isabel “la cosa” Sarli en 1955, Susana Romero en 1973 y Lialian de Asti en 1975. Apenas tres de las 12 semifinalistas argentinas en el certamen Miss Universo. ¿Qué si alguien se alzó con la tan deseada corona? Claro que sí. La santafesina Norma Nolan fue, en 1962, la única Miss Universo argentina de la historia. Eso sí, tras semejante victoria, y contra todos los pronósticos, Nolan continuó con su vida sin más apariciones mediáticas. Aún así, ante tal conquista no puedo evitar convertirse en un ejemplo de belleza para la juventud de aquel entonces.

Miss Argentina hay una sola

¿Y en términos mundiales que tal nos ha ido? Aquí hemos tenido más triunfadoras. ¿Sabía usted que, tras consagrarse Miss Argentina, Adriana Salgueiro se convirtió en Miss Mundo 1976? Aunque quien primereó el título fue Norma Gladys Cappagli, Miss Mundo en 1960 y, desde entonces, modelo exclusiva de Christian Dior. ¡Pavada de carrera la suya! Finalmente, la tercera y última, en un año signado de conquistas mundiales (nada menos que el Mundial de Fútbol), fue la cordobesa Silvana Suárez, allá por 1978. ¡Cuánta belleza por aquí y por allá! Sí, sí. Materia prima parecía haber de sobra, aunque concursos también. ¿Cuántas misses argentinas surgían por año? Para cortar por lo sano con tanta proliferación de concursos que acababan por restar autenticidad y prestigio al título, en el año 1989, Miss Argentina se convierte en una Marca Registrada. Desde entonces, Miss Argentina hay una sola. Eso sí, bellezas entre las que la elegirla, vaya si hay muchas…

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