Inventores o el día que se encendió la lamparita

FOTOTECA

Inventos argentinos trascendieron con orgullo hacia el resto de la humanidad.

Quizá todos soñemos con ese momento de genialidad por el cual dejaríamos de ser personas comunes y corrientes para convertirnos en inventores. Sin embargo, podría decirse que la inventiva no es para cualquiera. Son elegidos aquellos espíritus contemplativos que gustan de los largos períodos de observación que preceden a la invención.
En Argentina hubo inventores que con sus contribuciones dejaron un legado de novedades a la humanidad.

En la cocina

Se podría decir que el dulce de leche, y en consecuencia, los alfajores, son inventos nacionales que han contribuido al placer de la humanidad en gran medida y de estos ensayos estará, la humanidad, siempre agradecida.
Dentro del ámbito también de la cocina también se puede mencionar al práctico y novedoso Magiclick. Hugo Kogan en 1963, abrió un camino que dejaba atrás dedos quemados y cerillas candentes. Con este objeto y con sólo accionar un click las hornallas pueden encenderse desde aquel día con mucha más facilidad.
Es también un aporte a la cocina, el Sifón Drago. Este artefacto recargable se convirtió en una apuesta para poder confeccionar soda casera sin necesidad de recurrir a numerosos sifones.

En la calle

Podemos criticarlos cuando no llegan a tiempo pero ¡Qué útiles son! Estamos hablando de los colectivos que se crearon en 1928 cuando un grupo de taxistas decidió hacer un recorrido fijo para el transporte de pasajeros.
Otro invento que podemos ver en el ámbito urbano pero que es más común en el ámbito rural es el alambre de púa. También fue una creación argentina. El ideólogo fue José F. Glidden que creó este alambre con lengüetas de metal para que los perros no se acercaran al jardín de su esposa. ¿Se imaginaría él todos los usos que después habría de tener?

En el deporte

El pato, por ejemplo, es el deporte nacional argentino desde 1953. Originario de las estancias, se creó cuando numerosos jinetes corrían, en sus comienzos, a un pato vivo hasta alcanzarlo. Luego se cambió el instrumento de búsqueda a una pelota de cuero pero el espíritu del juego se mantuvo.
En el tenis también se puede encontrar un invento nacional gracias a la maestría de Guillermo Vilas. Es el golpe que se dio en llamar “La gran Willy” y que consiste en golpear la pelota de espaldas a la red pasando la raqueta entre las piernas. Lo que nació como una estrategia de juego se difundió como una alternativa ante ataques inesperados.

¡En todos lados!

Muchos son los argentinos que aportaron su imaginación e ingenio a la hora de la creación de nuevas perspectivas, formas, objetos o situaciones, entre otros se puede referir a la operación de Bypass cardíaco creada por René Favaloro en 1967, la transfusión sanguínea que investigó y diseñó Luis Agote en 1914 o quien dejó la huella digital en la historia, como método de investigación, que fue Juan Vucetich, en 1891.

¿Ya tenés pensado cómo trascender en  la Historia? Solo hay que pensar que estos inventores un día estuvieron como nosotros, sentados en una silla sin saber, tal vez, qué hacer…

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