Pucará de Tilcara, o sobre lechos y tumbas

FOTOTECA

Un pasado prehispánico que puede visitarse hoy.

En un punto estratégico de la Quebrada de Humahuaca, en la provincia de Jujuy, se asoma una fortaleza que da cuenta de una historia, un pasado y una arquitectura de tiempo muy remoto. Es el Pucará de Tilcara que habría constituido la residencia de la tribu de los Tilcaras y cuyas construcciones parecieran ser expresión de fenómenos prehispánicos.

Hallazgo de las ruinas

Elevadas 80 metros sobre la superficie en la que se encuentra la ciudad de Tilcara, fueron halladas estas casas construidas herméticamente que dan indicios de una cimentación de cara a la defensa. La arquitectura alcanza las 15 hectáreas y cuentan con 900 años cuando el etnólogo Juan Bautista Ambrosetti alrededor del 1908 decide ponerse en contacto con estas ruinas por primera vez mientras desarrollaba algunas de sus investigaciones arqueológicas.
Tanto las ruinas como las piezas allí halladas pudieron configurar una hipótesis acerca del estilo y costumbres de vida de la sociedad prehispánica. Algunas de las conclusiones fueron que la altura resultaba una clara estrategia de control; permitía contener los sembradíos, custodiar a los campesinos del bajo. En determinadas zonas, inclusive, se pudieron comprobar los fines religiosos de semejantes construcciones.

El proceso de reconstrucción

Salvador Debenedetti era el fiel discípulo de Ambrosetti en el momento en que el primero reconoció el patrimonio de la humanidad que descansaba allí, en Tilcara. Y fue Debenedetti mismo el que propuso llevar a cabo un proceso de reconstrucción que tuvo el completo apoyo de Ambrosetti. Primero se realizó una limpieza, luego se dio comienzo a la reconstrucción y, a pesar de que el proyecto parecía haber quedado trunco con el fallecimiento de Debenedetti en 1930, que se encontraba ejerciendo el directorio del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, esto no ocurrió. En 1966 se logró finalmente la inauguración del espacio que poco a poco se conformó tal como se lo conoce en la actualidad.

El Pucará de cara al mundo

Es el Pucará un barrio fortín con casas, iglesia, senderos y hasta sepulcros. Los sepulcros y las casas eran una misma cosa: los tilcaras acostumbraban a sepultar a sus muertos en el hogar. Con ayuda de las reconstrucciones hechas hoy se pueden visitar y apreciar esas arquitecturas que, en un comienzo fueron de adobe y luego se reconfiguraron con el agregado de piedra. El terreno cedido a la Facultad de Filosofía y Letras, para su gestión, cuenta con un Museo Arqueológico y una Jardín Botánico de Altura.

Un verdadero viaje al pasado, a la cultura y al sacrificio se ejercita con la inmersión en las ruinas del Pucará.

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