Calentita la humita… ¡la casa invita!
Militando el altiplano puneño y merodeando las estrechas callejuelas de las quebradas. Desandando las tupidas nuboselvas y contagiando el encanto de los valles. Cual rastro indeleble del ayer precolombino, la humita es ADN norteño; ese sabor inconfundible que llega a la mesa plagado de historia, música y calor. Deleite para los paladares y saciedad para …