Baqueanos, profetas en su tierra
Leguas y leguas, a diestra y siniestra, en el horizonte y a nuestras espaldas. ¿Qué si hay caminos delineados o señalización alguna? Nada de eso. Tampoco un mapa capaz de develarnos la topografía que aguarda en un periplo, cuanto menos, temerario para cualquier mortal. ¡Menos mal que están ellos! Dueños de un olfato privilegiado para …