Es el juego de bochas un deporte de la familia de los juegos de pelota que en Argentina se asocia con la tercera edad por ser muy común que los jubilados se reúnan a practicar esta destreza. Sin embargo, este juego tiene un segmento profesional de gran envergadura y torneos que alientan a que se practique cada vez más y mejor.
La historia y un pasado oscuro
Hoy el juego de bochas es sinónimo de la mayor inocencia y pureza de juego, sin embargo, como un deporte que generó pasiones y adicciones, fue prohibido durante el siglo XVII por considerarlo un problema para la juventud que malgastaba su tiempo en ver cómo un bochín ganaba protagonismo.
Una fecha de inicio de la práctica social y masiva de este juego puede referirse en 1783, sin embargo, hay testimonios que encuentran en las primeras civilizaciones egipcias un juego semejante al de las bochas pero realizado con piedras como instrumentos de arrime.
Definición del juego y espacios de práctica
La partida se inicia con el lanzamiento de un bochín que es una esfera más pequeña que las restantes que están en juego. A partir de ese primer movimiento todas las estrategias se orientan a acercarse al bochín lo más posible cueste lo que cueste. En este momento la cautela es un valor fundamental ya que no conviene arrojar la bocha ni con extrema fuerza ni con demasiada debilidad, el objetivo es mantener la potencia justa. Entre las picardías propias del juego está la posibilidad de desplazar de su lugar al contrincante y así “robar” su posición. Gana el juego el equipo o jugador que logre con más rapidez alcanzar una meta de puntos por los mismos jugadores determinada.
Las canchas de juego profesional tienen dimensiones reglamentadas, pero para el juego amateur, suelen armarse canchas de bochas en las plazas o centros de jubilados y el principal requerimiento es que no haya desniveles.
Las bochas en Argentina
En 1929 el juego de bochas adquirió mayor relevancia dentro del territorio argentino y se creó la Federación Argentina de Bochas. Ese fue el inicio de un deporte que comenzó a cautivar a muchas generaciones pero son los abuelos de nuestra nación los que llevan la voz cantante de este rústico juego. Son esas pequeñas esferas las que levantan la melancolía de los domingos y hacen que las espaldas se curven para lograr buenos lanzamientos. Se convirtieron así las bochas, sin dudarlo, en un espacio reservado para el disfrute de la llamada tercera edad.
Quizá entre el juego amateur y la destreza profesional de las bochas se encuentre esa bisagra que permitirá que los jóvenes compartan con sus abuelos una propuesta deportiva.
Date una vuelta el domingo por la plaza cercana a tu barrio y ¡Contame quién gano!