Botella Chinchibira o cómo obtener una canica de vidrio

FOTOTECA

En la historia de la bebida gaseosa argentina se encuentra esta botella tan peculiar.

¡Piedra libre para que el que alguna vez rompió una Chinchibira para quedarse con la bolita! La botella Chinchibira hace referencia, en realidad, al nombre de una gaseosa, no de la botella que se llamaba realmente “Codd”. Dicho envase tuvo su origen en Inglaterra gracias a un ingeniero, Hiram Codd, que patentó el invento.

El diseño de la botella Codd

Situado dentro de una Inglaterra industrial, por el 1860, Hiram Codd trabajaba para encontrar la forma de mejorar la producción de corchos. Y fue en ese contexto en el que se le ocurrió modificar el tipo de llenado de la botella para poder reemplazar así la forma de cierre ya que la que se basaba en corcho peligraba por la escasez del material. Tras algunas licencias que le iban confiriendo el carácter de inventor, Codd llega en 1873 a patentar la botella con tapón de globo que posteriormente sería la base de la Chinchibira de producción argentina. El tapón de la botella Codd con la canica de vidrio, se encuentra forzada hacia arriba, contra la parte superior, debido a la presión de la carbonatación del refresco.

Gaseosa Chinchibira: la de la bolita

Desde el momento en que se inventó, la botella diseñada por Codd fue ganando terreno en el mundo entero y llegado el año 1885, quedó bajo licencia libre por lo que se pudo fabricar sin limitaciones. En Argentina se adoptó para un refresco llamado Chinchibira, considerado la primera gaseosa nacional.  Era comercializada por un italiano, Héctor Luppi quien era el que había innovado con una máquina para el gasificado y llenado de las botellas que eran exportadas de Inglaterra. La particularidad de esta gaseosa radicaba en que tenía una bolita como tapa que se empujaba hacia adentro para poder abrirla. Sobre el gusto de la Chinchibira no hay un recuerdo unívoco. Quienes pudieron saborearla recuerdan su efecto altamente gaseoso y un dulzor mezclado con limón.

¡De haberlo sabido antes!

La botella Chichibira cayó en desuso, tal vez, por la cantidad de ellas que se rompían con el solo propósito de obtener la bolita. Pero hoy en día se ha vuelto sobre la producción de la botella Codd como innovación, portando otra bebida, en la región de Japón y se han profundizado las estrategias para obtener el tesoro circular sin tener que quebrar el envase. Para ello se trabaja con destornillador, pinza, guantes y, de ser necesario agua caliente. Siempre que el líquido se vierta y se aproveche el impulso del movimiento de la bolita se podrá jugar con la presión de la tapa para quedarse con la esfera sin necesidad de quebrar el recipiente. De haberlo sabido antes, se hubieran lastimado menos manos y hubiera quedado intacto más valor patrimonial.

Las botellas Chinchibiras que quedaron en pie ganaron mucho valor entre los coleccionistas y las que tienen su bolita color azul tienen aún más prestigio entre los fanáticos de la conservación por lo que se paga mucho más por ellas.

¿Quién tomó alguna vez una Chinchibira fresca?