Cocina porteña, pulpería Quilapán por revista Bacanal

FOTOTECA

Dicen que la casona ubicada en Defensa al 1300 estaba destinada a desaparecer bajo las topadoras para reencarnar en unas modernas torres. Hasta que llegaron Grégoire y Tatiana, pareja francesa que en su primera visita a Argentina se enamoraron de nuestros productos camperos.

Por Sandra Martínez

Tras encontrar la antigua construcción de San Telmo, comenzaron la meticulosa restauración que no solo mantuvo en pie su belleza, sino que además descubrió en el proceso algunos de sus secretos perdidos. Eso que Grégoire, gran anfitrión, cuenta hoy con indisimulado entusiasmo a los “parroquianos” que se suman a las visitas guiadas de los domingos.

Quilapán extiende su arquitectura laberíntica compuesta por salones colmados de pequeños y grandes hallazgos, estantes llenos de productos, patios donde las noches de verano de muestran amables.

Tienen también algo de Club Social, con una agenda de actividades, algunas en torno a la cocina -como los muy recomendanos jueves de ñoquis libres- otras, más lúdicas, como las juntadas de karaoke los miércoles.

La carta es porteña, con toques modernos. Empanadas y picadas para las tardes de vermú, menú obrero de tres pasos con bebida para los almuerzos durante la semana ($100) y principales como el cordero al horno de barro ($308). La sopa de la nona resiste todo el año ($84), en invierno volverán los guisos. Para beber ofrecen una completa carta de vinos, cervezas artesanales y tragos clásicos y de autor, como el Mañana te digo ($80), un tereré virgen (sin alcohol). Para cerrar, el imperdible budín de pan ($60) que obliga a una larga sobremesa, recuperando el ritmo de otros tiempos y otros paisajes, en esta pulpería anclada en plena ciudad.

Defensa 1344, San Telmo
Martes a domingo de 9.00 a 2.00
Happy hour: martes a domingo de 16.00 a 22.00
4307 6288
FB/pulperiaquilapan

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