¿Sabe usted, paisano amigo, que año transcurre por estos días? Disculpe el, tal vez, absurdo interrogante. Pero se trata de una pregunta de rigor habidas cuentas del tema que nos convoca, o, más bien, de la fecha que hoy lo hace: 1 de Abril, el inicio de un nuevo mes en el calendario… ¿o de un nuevo año? Así era la historia nomás, hace unos cuantos siglos atrás. En honor a quienes continuaron meta pito, matraca y chin-chin, para estas datas, es que nace, entonces, el llamado “Pescado de Abril”. O, simplemente, el “Día de los tontos”.
Recalculando…
Poissons d’avril, así bautizado por la patria francesa, esa en la que naciera esta peculiar y picaresco día. Pues no hay broma que en él no valga, y desde tiempos remotísimos. Es que, dicen que dicen, allá por el siglo XVI, el país galo celebraba la llegada del nuevo año desde el 25 de Marzo hasta el 1 de Abril (sí, sí, bien a lo grande era la juerga, con banquete y regalos incluidos). Al menos, así lo determinaba el calendario juliano. Claro que la adopción del calendario gregoriano habría de cambiar las cosas: desde 1582, y por obra del Papa Gregorio XIII, el nuevo año comenzaría el 1 de Enero. Vaya a saber si algún despistado no cayó en la cuenta; o si hubo quienes, de puro conservadurismo, nomás, no quisieron hacerse eco de la nueva calendarización. Pero lo cierto es que unos cuantos siguieron celebrando el nuevo ciclo anual desde fines de Marzo hasta iniciado abril, como si nada hubiera cambiado. ¡Carne de cañón para los más imaginativos bromistas! Esos que, ni lentos ni perezosos, ridiculizaron de lo lindo este apego al viejo calendario. ¿Cómo? Enviando invitaciones a fiestas que no existían y presentes absurdos, entre ellos, falsos pescados. Y ya entenderá por qué.
El pescado metió la cola
¿Qué cómo surgió, entonces, el “Pescado de Abril”? Algunas versiones indican que se vinculó a la finalización del tránsito del sol por el signo de Piscis para esas fechas. Otras, sin cuestiones zodiacales de por medio, afirman que estuvo ligado al coincidente fin de la cuaresma: al estar “prohibido” el consumo de carne, el pescado resultaba el alimento típico de aquellos días. De allí que toda humorada incluyera a estos saludables vertebrados acuáticos. ¡Con decirle que no se salvó ni Napoléon I! El emperador francés también fue apodado “pez de abril” por casarse, por segunda vez, el 1 de Abril de 1810. Que puntería la suya… Pues la cosa no quedaba en la “jodita” familiar o entre conocidos, no, no. Y con el correr de los años, la tendencia se fue acentuando. Los diferentes medios de comunicación también se han sumado al tren de las bromas, al punto tal de resultar, muchas veces, por demás verosímiles en sus creaciones, cuando no ingeniosamente absurdos. Porque, claro está, la fecha en cuestión -comparable en cierto punto con el 28 de Noviembre, el “día de los Inocentes”- también ha traspasado las fronteras de su Francia natal, allí donde la bromas ya son toda una tradición: es común que los niños peguen pescaditos de papel en la espalda de los mayores, cual inocente, y pertinente, travesura. La internacionalización, sin embargo, ha hecho que cada país tenga su propio librito de chanzas piadosas (o no tanto).
Bromas for export
Quien no tardaría en sumarse a las filas de Francia sería Italia, con su pesce d’aprile. Alemania, Austria, Polonia, Rumania, Rusia, Suiza, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Bélgica y Holanda también serían alegres víctimas del efecto contagio, y, aunque con algo de delay (unos 200 años más o menos), el Reino Unido haría lo propio. Le digo más, sería precisamente el inglés April fool’s day quien echara raíces en Portugal (y, por tanto, Brasil), Menorca, Australia, Estados Unidos y Canadá, entre otros países. ¿Y Argentina? Lo cierto es que el “Día de los tontos” no ha tenido arraigo en estos pagos. Sin embrago, con todo lo que le hemos contado hasta aquí, bien puede ir preparando su jodita para este 1 de Abril. Y si así no lo prefiere, al menos, lo hemos puesto de sobre aviso. ¡No vaya a ser que se coma el pescado!