Dos inmigrantes europeos están abriendo una pulpería única en la Argentina: La Pulpería Quilapán.
Por Andrew Hazzard
El hijo de un propietario de una viña francesa, Grégoire Fabre, está trayendo su experiencia a San Telmo con un toque netamente argentino. La pulpería Quilapán, que abrirá con su novia Tatiana, venderá productos solo del país. “La idea es vender únicamente productos de Argentina en Argentina”, nos dice.
Ellos vinieron a Buenos Aires hace dos años. Grégoire de Francia y Tatiana de Suiza. Cuando llegaron vivían en Boedo, pero hace ocho meses se mudaron a San Telmo. “Las pulperías son muy populares en otras provincias, pero no hay muchas (o ninguna, que sepamos) en Buenos Aires. Aquí venderemos queso y vino de Argentina y cada semana habrá un chef -argentino- que preparará comida -argentina- en la cocina central. También tendrá un jardín y un sitio para jugar a la taba (juego campestre). Será un lugar para los argentinos¨, dice Fabre.
El proceso de selección del vino y los quesos, es lento. Poco a poco Fabre está eligiendo esos productos de viñas y granjas lecheras de todo el país. Tener estándares franceses hace que elegir el vino y el queso perfecto, sea un proceso difícil.
Con una pared que se remonta al siglo XVII y el piso original desde la fundación, la casa ilustra la historia de San Telmo. Ha funcionado como una tintorería y en un momento fue el hogar de ocho familias que vivieron en ella al mismo tiempo y compartieron una cocina. Entre 1980 y 1993, la Fundación de San Telmo restauró este edificio ubicado en Defensa 1344.
Hoy, la transición a una pulpería añadirá otro aspecto único a la casa. Ellos usarán tecnología para crear un lugar más autónomo. Pondrán paneles solares para que sea un lugar verde. Pero para Fabre el enfoque del negocio es la gastronomía y así lo ratifica Grégoire, cuando dice: ¨Lo importante, es la pulpería y el queso¨.