En la calle Defensa, estamos refaccionando una vieja casona, investigando su historia, y trabajando con mucho cuidado para armar la pulpería Quilapán.
Es una oportunidad fantástica para recuperar con arqueólogos el máximo del patrimonio constructivo de la casa. Estamos entrando en el corazón de la historia de la casa, de las familias que vivieron adentro, y del barrio de San Telmo.
Fuimos al edificio central de Aysa y pedimos los planos antiguos que tenían. En el plano encontrado era dibujado un aljibe en el primer patio, conectado bajo piso con las bajadas de agua de lluvia de cada fachada. Empezamos a excavar justo donde figuraba según el plano, y lo encontramos ! Este pozo fantástico era escondido por debajo de una glicina muy grande con raíces espectaculares que abrazaban el conducto del pozo. Transplantamos el árbol en el jardín del fondo, y apareció, majestuoso, una estructura que fue ocultada durante 100 años.
En 1860 existían en Buenos Aires 2000 pozos y ahora son muy raros. Este pozo juntaba las aguas pluviales y regalaba el agua para el uso domestico de la familia que vivia en la casa. Fue tapado cuando apareció el sistema de agua corriente en la ciudad y las epidemias de fiebre amarilla y otras enfermedades. Se relleno con basura, escombros de fines del siglo XVIII, y esta basura antigua promete muchas sorpresas que pueden llegar a esconder objetos más antiguos. Que no fue nuestra excitación cuando los arqueólogos no presentaron las primeras descubiertas. Objetos del siglo XVIII olvidados en el centro de la tierra : fragmentos de cerámica inglesas, de vajilla de loza, de una botella de Ginebra, de otra botella de cerveza de gres, boquillas de tabaco exportadas de Francia, una moneda trucha con la cara de Carlos IV, un anillo de bronce con una linda piedra roja, unos mangos de cuchillo en hueso, botones de nácar, azulejos franceses y otros materiales de construcción, así como parte de un antiguo piso de ladrillos y algunos restos de animales utilizados para consumo, especialmente de vaca, pollo y cordero.
Son evidencias de nuestro pasado que ayudan a explicar y a comprender las formas de vida y las soluciones a las problemáticas del pasado. Pero todavía falta no sabemos cuantos metros a excavar en sus entrañas, con otros tesoros maravillosos de los siglos pasados. Y según Odlanyer Hernandez de Lara, responsable de la excavación, cuando más bajas, mas antiguas llegan a ser los objetos encontrados. y el 15 de febrero encontramos otro pozo en el secundo patio, así que van a tener otras noticias en poco tiempo !!!
Felicitaciones a los arqueólogos: Ricardo Orsini y Maria Eva Bernat de la ciudad de Buenos Aires, al paleontologo Horacio Padola, a Matias Ezequiel, a Martin Toras Casanova Menendez, a Florencia Cazanova, a Mariana Boveda, a Paola Cornejo, y al cubano Odlanyer Hernandez de Lara, responsable de esta expedición y a todos los estudiantes en arqueología que vinieron y van a volver, por su método arqueológico y su paciencia de cada día para vaciar con amor este pozo de otro mundo.