Los patios suelen asociarse a la infancia y a la libertad. Pero en estos tiempos también hay que vincularlos a la gastronomía. Es que en el verano nos tomamos muy en serio eso de salir a comer “afuera”. Y cuando decimos “afuera” es afuera, sin comillas. No son los únicos claro. Restaurantes con patios hay muchos, pero estos que elegimos, cada uno en su estilo, tienen un encanto especial…
Quilapán (Defensa 1344, San Telmo) tiene dos grandes patios. Un viejo aljibe sobrevive, al igual que los soldaditos de plomo que hoy lucen como decoración en las paredes de la pulpería. En una especie de pecera, mientras esperan criar sus propias truchas, se encuentran las esculturas de Juan Domingo Perón y de un imaginario Martín Fierro. “La gente se toma una cervecita y pasa horas en los patios escuchando música y disfrutando del aire libre. Llegan y no se quieren ir”, cuenta Virginia, la encargada. Suena folclore, tango y un DJ pasa discos en vinilo los sábados de 16 a 20. La filosofía de la casa es “comida argentina para los argentinos”: picadas, parrilla, guisos, milanesa y pastas. Los domingos esperan a los comensales con costillar asado y, cuando se prende el horno de barro, un cordero im-per-di-ble.
por Gimena Pepe Arias