¡Vaya si debe ser respetable la canilla de una pulpería! Más si en lugar de una canilla es un cisne de pulpería. Todos, parroquianos y pulperos, se han movido desde antaño al son de cuanta gota se deje escapar por ese fino tubo de metal. Y es una canilla pero no solo eso. Es una obra de arte conductora de la bebida más codiciada por quienes visitan una pulpería: la cerveza. Un cisne de pulpería abierto es la invitación al brindis y al levantar de los jarros siempre al ritmo del latir del corazón palpitante por sentir pronto esa bebida transitar por la ganrganta. Y es también el escape de la gloria de un festejo o la lágrima del melancólico que busca un momento de distracción.
Una mística
Canillas de pulpería pueden haber varias, pero ¿viste alguna vez el cisne de pulpería? ¿Es casual que sea un cisne con el que se representara tan preciada canilla? El cisne es legendariamente un ave de cambio, es el animal resultado de un pasaje. De una criá insignificante y por definición fea se da origen al más bello y más impactante animal. Y entonces ¿por qué un cisne para ser vehículo de la cerveza?Porque lo que en cualquier otro sustento sería tan solo cerveza, cuando pasa a través del cisne de pulpería es signo de encuentro, es marca de felicidad, es el sentir del pueblo vivo que se reúne bajo el chin chin de una bebida de esplendor.