Que La Boca es un barrio con personalidad e historia propia, nadie puede negarlo. ¿Acaso una patria aparte dentro de la propia porteñidad? Pues de algo así va la historia, pues más de un vecino ha tenido el orgullo de decir que La Boca fue una República, y en el más literal de los sentidos…
Se cortó sola
Una República con todas las letras, sí, esa fue La Boca allá por el año 1882, cuando a causa de un conflicto laboral derivado en huelga, buena gresca terminó gestándose entre obreros y uniformados. ¿El resultado? Una convicción irrevocable (al menos, hasta entonces): La Boca debía independizarse. Sí, señores. Un movimiento separatista pretendía reclamar la autonomía administrativa del barrio; al tiempo que un grupo más radical pretendía convertir al territorio en una auténtica República independiente, de modo que el resto de los ciudadanos no pudieran intervenir en los asuntos barriales bajo ninguna circunstancia. Menos que menos, el gobierno argentino. ¡Los genoveses al poder! Al menos, en la patria inmigrante que era el arrabal de La Boca; allí donde los “xeneixes” eran mayoría.
República flamante, república flameante
¿Qué como siguió la historia? Dicen que dicen, los extremistas no tardaron en izar su propia bandera. ¿La genovesa? ¿La de Saboya, con gorro frigio y todo? Ambas versiones corren de lo lindo, tanto como el fuerte rumor de que los genoveses no tuvieron reparos en comunicar su decisión al Humberto I de Saboya, Rey de Italia. ¡Parece que hasta le enviaron un acta firmada y todo! Se ve que los muchachos no tenían intenciones de andarse con chiquitas, de modo que las autoridades nacionales debieron tomar cartas en el asunto. ¿Será que el propio Julio Argentino Roca se hizo presente en la nueva República de La Boca? Así parece. Tanto como que su intimidante presencia fue suficiente para que se abortara todo fervor independentista. Aunque no faltan las voces que afirman, no fue otro que el caudillo boquense Pepe Fernández quien puso paños fríos en el conflicto.
¿Qué si hay fehacientes pruebas de lo acontecido? En absoluto. No hay registros oficiales sobre la constitución de tal República ni de comunicado alguno enviado a Italia. Sin embargo, cuando el río suena, agua lleva. Y bajo las arcas de la historia de La Boca, sí que ha corrido un buen caudal.