Hoy decidí invitar con unos mates a alguien que representa el símbolo de la solidaridad y en cuya imagen se pueden ver las miles de otras almas solidarias que, sin remuneración alguna, arriesgan su vida para salvar muchas otras. A diferencia de otros países, en Argentina esta fuerza se compone gracias al absoluto arrojo de muchos jóvenes y adultos que, en un momento de su vida, sienten que tienen una misión vinculada con el otro.
Bombero de ley
Daniel Laruelo es bombero voluntario, Subcomandante 2do Jefe del Cuartel de Bomberos de Lomas de Zamora y dirige este cuartel desde hace 25 años. En una charla muy amena, me cuenta que su cuartel de Bomberos es el sexto en conformarse en el país y el primero que se ubicó alejado de la rivera. Y sostiene que si bien la fuerza de los bomberos se creó exclusivamente para extinguir incendios, hoy en día su alcance de acción es mayor, siendo pilares de la comunidad y colaborado en diversas áreas.
“La vocación muchas veces surge desde la infancia”
Daniel recuerda cómo hace 25 años, ya de grande, sintió la necesidad de ayudar a los demás, ofrecer algo a la comunidad. Sus inicios en la organización se remontan al momento en que se estaba construyendo el departamento de Bomberos de Lomas de Zamora y en ese contexto sintió el llamado de la vocación. Para aquellos que como él se decidieron a unirse, la fuerza cuenta con una Escuela de Cadetes a la que se ingresa con 11 años de edad y en la que se permanece hasta los 16. Cumplida esta edad, los aspirantes pasan al cuerpo activo con la categoría de cadetes, y si bien transitan por los cuarteles prestando servicios, es recién a los 18 que son aptos para ser operativos en las distintas áreas de servicio. Pueden acceder al desempeño en todas las operaciones quienes hayan cursado la capacitacicón y aprobado el examen final. Durante la charla, Daniel me cuenta que hay muchos que ingresan ya pasados los 18 años y para esos casos tienen un año de entrenamiento en las distintas áreas que finaliza con una evaluación.
“Todo es importante porque estamos salvando una vida”
Imaginando que una profesión de riesgo como esta trae consigo experiencias difíciles, le consulto si estuvo en una catástrofe y cómo se reacciona en una situación así. Grande fue mi sorpresa al saber que si bien existen situaciones que por su magnitud llaman más la atención, existen otros casos en los que no se involucran tantas fuerzas pero son igual de cruciales, porque “Todo es importante porque estamos salvando una vida”.
La institución de Bomberos Voluntarios de Argentina
Entre mate y mate, Daniel me hace un importante paneo por la historia de los Bomberos Voluntarios Argentinos. Me cuenta que el primer cuerpo fue creado en La Boca el 2 de Junio de 1884. En esa época se difundía la imperiosa necesidad de apagar los incendios de los barcos que ingresaban al puerto de Buenos Aires y en los depósitos donde había curtiembres. Como no había algo formado o creado para combatir el fuego Liberti creó el Cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca. Hoy el país tiene alrededor de 900 cuerpos de Bomberos y cuenta con una fuerza operativa de alrededor de 53 mil hombres y mujeres. Y aclara: “Nosotros somos Bomberos Voluntarios. Cada uno de nosotros tiene un trabajo. No percibimos ningún haber en el transcurso de nuestras vidas por prestar servicios”, cuando le pregunto cómo se administra económicamente la organización. Los Bomberos como cuerpo general reciben una cuota monetaria que proviene de los impuestos municipales para equipamientos y unidades vehiculares -entre otras cosas-, pero también subsisten gracias a muchas donaciones.
Siempre que nos interese, podemos contribuir colaborando con una de las organizaciones más solidarias, responsables y humanitarias que tiene nuestro país, porque si algo queda claro escuchando a Daniel, es que todos podemos poner manos a la obra para poner al otro en primero lugar.