Baradero, todos los caminos conducen a las pampas

FOTOTECA

¿Y si le decimos que la altura de los Alpes es posible en las llanas pampas? Hoy visitamos Baradero, la primera colonia agrícola del país.

A medio trayecto entre Buenos Aires y Rosario. Ahí, sobre el kilómetro 142 de la Ruta Nacional 9 y el Kilómetro 0 de la Ruta Provincial 41, allí se erige Baradero: el poblado más antiguo de la provincia, aquel al que parecen conducir todos los caminos. A sus verdes llanos, a sus barrancas bañadas por el dulzor de sus ríos y al abanico de posibilidades que era su tierra fértil a mediados del ya lejano siglo XIX. Y vaya si estos bonitos pagos han dado sus frutos. ¿Será que gusta de saborear su historia y presente?

De los Alpes a las pampas

De las alturas a los llanos. Un descenso brusco y sin mesetas de por medio; a no ser por un largo y ondulante trayecto en altamar capaz de mitigar tanta repentina chatura. Sí, de los Alpes a las pampas. Por lo que menudo vértigo el de los colonos helvéticos. Adelantados que, allá por 1856, se asentaron en las campiñas enmarcadas en las barrancas de los ríos Baradero y Arrecifes dando vida a la primera colonia agrícola del país. Hombres y mujeres, labradore/as y pastore/as, con lo puesto y esperanzas doquier; más sin escatimar esfuerzos bajo una nueva e inusual tierra, un hogar a construir. “La unión de todos los suizos e hijos de suizos bajo la bandera federal”. Así, pues, con dicha premisa es que la Sociedad Suiza nació en la sala del café Grütli en 1892. Pues la historia no sería más que la raigrambre de un presente: Baradero cuenta en su geografía con una Colonia Suiza de 15km2 de superficie. Un legado que, más allá de arquitectura, es identidad, costumbres, tradiciones y sabores a la orden del día.

Soy de aquí y soy de allá

Claro que si hay llanos, además de colonos, cómo no habría de haber gauchaje; y con su universo circundante a cuestas. ¿No era Baradero el pueblo al que conducían todos los caminos? Pues fíjese que estos pagos también estuvieron a la vera del Camino Real. Más precisamente, una leyenda aún pie: “El Torito” (a 20km de Baradero sobre la Ruta Provincial 41). Almacén de Ramos Generales, Pulpería y Despacho de Bebidas. Completito, completito. Recinto gaucho si los hubo, El Torito es tradición desde sus muros. La construcción es original, tipo capilla, con sus ladrillos asentados en barro y adobe, piso de pinotea y más de 100 años sobre el lomo. ¡Si hasta a los palenques no se los ha llevado el tiempo! Desde 1880, a puertas abiertas y con pulpero bien dispuesto.

Todos los tiempos, todos

Ya lo decía el maestro Jorge Luis Borges: “Una amistad hicieron mis abuelos/ con esta lejanía/ y conquistaron la intimidad de los campos/ y ligaron a su baquía/ la tierra, el fuego, el aire, el agua (…)”. Perfecto resumen de buena parte de nuestra nación es Baradero. Pues a él conducen no solo los caminos, sino también las vertientes de nuestra historia. Campo e inmigración, tradición gaucha e importación. Así es como en el centro urbano no deberá patear más de 200 metros para llegar del Museo de la Casa Suiza (donde se documenta la historia de los colonos) al Museo de la Música Popular Argentina (donde se reúne el testimonio de vasta cantidad de figuras que han pasado por el festival homónimo, celebrado en la ciudad). Y apenas otros 500 para remontarse a los tiempos coloniales en que Baradero fue fundado, allá por el año 1615, puertas adentro del Museo Juan Lavalle.

Ahora ya lo sabe, a 60 minutos de la gran Ciudad de Buenos Aires, Baradero no se achica. La historia es enorme. La oportunidad de disfrutar en el presente, también.