Hacer renacer una vieja tradición argentina en Buenos Aires, el proyecto loco de un joven francés expatriado. Segunda etapa sudamericana para el equipo fundador de W Project. Argentina, un país que siempre hace soñar. Tierras ricas, paisajes sublimes, Thomas Nanterme y Brice de Matharel dejaron sus mochilas para hacer unas cuentas entrevistas. Reencuentros con expatriados franceses que supieron descubrir las oportunidades de un país y seguir su intuición sin miedo al intercambio ni a los obstáculos. Retrato de Grégoire Fabre: La Pulpería. Grégoire Fabre es sin duda el emprendedor francés más argentino de Buenos Aires. Desde hace 4 años que trabaja a hacer renacer una de las tradiciones más antiguas del país: la pulpería…
Un proyecto loco
Imagine una casona con varios centenarios en el corazón de San Telmo, barrio histórico de Buenos Aires, donde se mezclan anticuarios, bautismos coloniales, iglesias barrocas, cafés y restaurantes pintorescos. Abra la puerta y respire! Usted está en pleno campo. Dos inmensos patios son el terreno de juego de gallinas y pájaros. Entre los dos patios, un bar y una cocina. A la derecha una construcción que guarda tesoros que vienen de los 4 extremos del país. Así es la oficina de Grégoire y Tatiana, su novia. La pareja se embarcó en un proyecto titánico: hacer revivir una tradición de la Argentina: la pulpería. “Tradicionalmente la pulpería era un lugar de los habitantes de un pueblo colonial, pero también un espacio de encuentros donde se podía comer y beber un vaso de alcohol. La pulpería es antes de todo un espacio de vida social, donde se mezclan los ricos y los pobres, los jóvenes y los viejos”. En la pulpería de Grégoire y Tatiana se puede comer choripan mientras se juega, se aprende tango o se mira una película. Este proyecto de renovación se combina también un proyecto digital, la primera pulpería online del mundo (!), una mezcla entre enciclopedia, almacén de productos del terruño argentino y un foro de “pulpero”.
Argentina, un país latino
Si Buenos Aires se parece a una gran capital europea, atención, porque es solo un espejismo. Acá todo toma mucho tiempo. “Desde el punto de vista administrativo, crear una sociedad en Argentina, es la locura. Es por eso que nos rodeamos de inversores y avanzamos muy prudentemente”. Paciencia, entonces, en la prudencia necesaria para abordar un mercado argentino que a si bien tiene guiños europeos, tiene una economía cíclica.