Esta danza se bailó en varios países de América -Perú, Chile, Uruguay y Paraguay, entre otros- pero fue en Argentina donde se arraigó con mayor fuerza, logrando una extraordinaria difusión. “Creo que no existirá un gaucho que no sepa por lo menos rascar un gato”, dijo Ventura R. Lynch en un folleto acerca de la provincia de Buenos Aires, publicado en 1883. Y es que esta movida danza se practicó en todas las provincias de la Argentina desde 1820 en adelante, perdurando hasta nuestros tiempos. Cierto es que, aún habiendo entrado en escena post independencia, el legado hispánico se hizo sentir en su práctica y desarrollo. Así pues, el recurrente palmoteo coreográfico deriva directamente del uso de las castañuelas en las danzas españolas. Sin embargo, cada región en la que el gato echó raíces también le ha aportado lo suyo. De allí que encontremos varios tipos de gatos, como ser el cuyano y correntino, entre otros; más el que aquí nos convoca es el gato norteño.
¿Adivina de qué va? Se trata de un baile en parejas, y comienza al igual que la chacarera, escondido … Sí, sí. Con palmas.
1. El paso básico
Es un estilo valseado que comienza con el pie izquierdo, siempre seguido por el derecho, en paralelo, y apoyando lo que sería el empeine para el cambio de peso y regreso al izquierdo. De esta misma manera, luego avanza el derecho (en algunas figuras como el “retroceso” o “bailceito”, retrocede).
2. Adentro!
Vuelta entera de 8 compases (ocho pasos para ir al lugar de mi pareja y volver al lugar de inicio).
Giro de 4 compases (una pequeña vuelta llegando al medio y volviendo a al lugar).
3. Zapateo y zarandeo
El zarandeo clásico, es en forma de rombo con las manos en la pollera. El zapateo es un capítulo aparte, una sucesión de movimientos que se hace simultáneamente y a cuyo conjunto se lo llama mudanza. De entre las mudanzas hay simples pero también muy jugadas, como giros de rodillas entre otras.
Media vuelta de 4 compases donde se realiza un cambio de lugar.
Giro final similar al anterior, pero con la particularidad de terminar en el medio, enfrentado a la pareja.
La segunda parte del gato es igual a la primera solo que comienza en extremos diferentes.
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