Ciudad de Buenos Aires, 18PM: oficinistas, comerciantes, estudiantes, administrativos, empleados públicos; todos abandonan sus puestos de trabajo, todo queda desolado. En ese mismo momento cambia la geografía porteña porque pueblan las calles del atardecer los recuperadores urbanos, conocidos en la jerga urbana como “cartoneros”.
La década cartonera
¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? Haciendo un poco de historia, podemos ubicar el surgimiento de los grupos cartoneros a fines de la década del ´90; el sector cartonero se fue conformando por desocupados que encontraron en este oficio un ingreso para sustentar a su familia. La gran mayoría vienen desde diferentes barrios del oeste, norte y sur del conurbano bonaerense, acampan en espacios públicos claves de la ciudad, como la Plaza Constitución, la Estación Retiro y la Plaza Houssay.
Haciéndose visibles
Fueron muchos los reclamos y las luchas de este colectivo que luego diez años consiguió formalizarse y trabajar en conjunto con el Gobierno de la Ciudad. Lo que antes se pensaba como “cirujear” fue reformulado como lo que era: trabajo informal y precario. Hoy, a través del Programa de Recuperadores Urbanos de la Dirección General de Reciclado, a cada trabajador cartonero cooperativizado le corresponde un incentivo monetario, uniforme, credencial, camiones para transportar material y en algunos casos micros para acceder a la ciudad desde el barrio en el que viven.
Hacer nuestra parte
Si nos interesa aportar, siempre se puede. El habitante de la ciudad puede colaborar con el colectivo cartonero a través de la sistematización y clasificación de los residuos diarios. Porque el trabajador cartonero junta más que cartones: botellas, latas de aluminio, plástico, papel. Si podemos separar la basura en “reciclable” y “no reciclable” podemos cooperar con un grupo de trabajadores que trabaja y resignifica los residuos, y además sumarnos a la “revolución verde” de recuperación y reciclaje de residuos sólidos.