Fundada en 1973 por el médico Martín Jorge Urtasun, la Fundación Alma es una organización no gubernamental, laica, apolítica y sin fines de lucro, cuyo objetivo es asistir a niños y adolescentes de pueblos alejados, sin infraestructura sanitaria. Para hacerlo, se vale de un tren de carga de la línea Belgrano, del que usan tres vagones especialmente acondicionados a modo de hospital y alojamiento para el personal voluntario que cada año participa de los viajes.
¡Ahí viene el Hospital!
La Fundación organiza unas cinco salidas por año desde 1980, hacia las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco y Santa Fe, convocando voluntarios de distintas especialidades que incluyen pediatría, odontología, radiología, enfermería, laboratorio y asistencia social, además de personal de limpieza y mantenimiento. Acerca de la labor del Tren Hospital, comentó su director, Oscar Algranti, en una nota publicada en el portal Abrocomillas: “el trabajo empieza con un registro de la situación social del chico que lo hace la asistente social” y luego “se hace una historia clínica con la cual año a año se sigue la evolución del paciente hasta que cumple los 18 años”.
La salud no es algo que pueda separarse de la problemática económica, social y familiar. También se dan charlas a maestros, padres y chicos y se abordan temas que hacen a la prevención como el tratamiento del agua para que sea potable, la refrigeración de los alimentos, las huertas orgánicas, el cuidado dental y de la piel, y sobre educación sexual.
Una pequeña ayuda
Nada de esto sería posible sin el trabajo de los voluntarios; tampoco sin las donaciones de empresas y particulares que la Fundación recibe mediante su página web. No hace falta ser rico ni médico para colaborar. Permanentemente, la Fundación colecta, por ejemplo, cepillos de dientes que son llevados en el tren a los niños que no tienen.
