Granadina, bebida del rojo intenso

FOTOTECA

Es la elección perfecta para tragos y para dar a las comidas o postres un sabor único e irrepetible.

Utilizada como una bebida que endulza y da color, emblema de una infancia de tiempo atrás, plagada de travesuras… ¿Qué fue de la granadina que tanto pobló en un tiempo las cocinas domésticas?

La granadina como centro de la dulzura

Cuando la gaseosa era imposible de adquirirse cotidianamente por su alto costo, cuando el agua saborizada ni siquiera existía dentro del concepto de la hidratación y cuando los sobres de jugo en polvo apenas si se conocían, existía la granadina en Argentina para plagar de sabor dulce el paladar de la infancia.
“Subía al árbol que se encontraba en el fondo de mi casa y desde ahí, llegaba a la planta de granadas del vecino. El corazón se nos salía del eje cuando corríamos con las granadas que nos robábamos para hacernos la granadina que sería nuestro postre por varios días”. Así, con este testimonio de mi abuela Esther conocí con 9 o 10 años la existencia de una fruta que no estaba tan presente en las verdulerías y supe también, que de dar cocción al jugo de la granada con azúcar se obtenía la granadina que fue por los años 20 uno de los principales refrescos.

Un paseo por su historia y origen

La granadina, como bebida, es originaria del estado mexicano de Jalisco donde abunda la granada y como en ese ambiente siempre iba acompañada por alcohol suele vincularse con un tipo de bebida etílica pero no siempre tiene que ser así. Si bien las primeras creaciones fueron domésticas, exisitieron algunas marcas que comenzaron a comercializarla como una bebida que por ser bien concentrada, debía rebajarse con agua o soda para poder consumirse. Tiene una cierta densidad que bien permite ubicarla entre una jalea y un jugo. Por su particular sabor, incomparable (pues solo se puede vincular con la granada misma) ha sido desde siempre una nota característica en los platos o cócteles en los que se la incorpora.

Hoy, un sabor gourmet

La granadina es, sin dudarlo, un complemento muy clásico para los tragos que se hacen con mezcla de brebajes alcohólicos, porque además de brindarles un colorado inigualable, sirve para endulzar. Sin embargo, no solo en el ámbito de las bebidas alcohólicas tiene uso la granadina. Es un sabor fuerte e intenso y por ello, se recomienda su uso en pequeñas dosis. Por la fuerza que la caracteriza, la granadina se convirtió en una importante compañera de las carnes de caza a las que les atenúa el sabor y les intensifica el aroma. También puede ser un agradable postre, alguna fruta en almíbar, acompañada con un hilo de granadina. Es excelente, así mismo, acompañando helados ya que, por su densidad, suele mantenerse visible y al margen de los demás ingredientes, complementándolos con sabor y ornamentando con su color.

Si no probaste aún un vaso de granadina bien helada on the rocks, parroquiano, ¡no sigas leyendo! Sentate donde más te guste, servite una buena medida y completa con ese sabor dulzón y de los años de historia que la granadina también te hace saborear.