Guarda pampa, la insignia mapuche

FOTOTECA

Asociada a la tradición gaucha, la guarda pampa es en verdad pura simbología mapuche. Desde el sur para el mundo, hoy develamos su mensaje.

Guarda con la guarda, que aunque se la llame “pampa”, de lisa y llana no tiene nada. Claro que no nos referimos solamente a su complejo entramado; sino a la geografía en la que fue concebida. ¿La verde y extensa llanura pampeana? Frío, frío. Y si quiere entibiar el asunto, vaya rumbeando para el suroeste. Más precisamente, hacia la cordillera patagónica. ¿Sorprendido? Vea usted, aunque adoptada por la artesanía criolla y gauchesca, la guarda pampa no es cosa de gaucho. No, no. Propia de la “gente de la tierra”,  la guarda pampa es cosa de mapuche, y a puro símbolo.

Todo dicho

Símbolo, sí, con todo lo que el término implica. ¿Adorno? No, ello carece de significado alguno, ello remite a la mera estética, algo de lo que guarda pampa ha estado muy, muy lejos. Creada por los mapuches originaros del sur americano hace más de cinco mil años, la guarda pampa transmite un mensaje a descifrar en su entramado. Y vaya si tiene para contar… Conservando una simbología aún viva entre los nativos, mucho hay para leer en su composición. En primer lugar, la guarda pampa indica jerarquía: el color negro representa la nobleza; al tiempo que el rojo remite a la sangre, en alusión a la energía propia de todo guerrero. ¿Y qué hay de los motivos en ella desarrollados? Pura geometría al servicio del idioma mapuche, de su ideología, de su cultura, de su valiosa unidad. Y he aquí el meollo de la guarda.

Encadenados

Cruces, rombos y triángulos compuestos… No importa cuántos símbolos sea capaz de identificar. El hecho es que todos ellos siguen un patrón de fácil percepción a la vista de hasta el menos detallista: una para nada azarosa simetría horizontal. La mitad inferior de la guarda es un “espejo” de la superior; así como los lagos reflejan especularmente las siluetas de las montañas. Muchas montañas, ligadas unas a otras, como lo están en la Cordillera de los Andes, como lo están en la repetitiva trama de la guarda; del mismo modo que los lagos, del mismo modo que los integrantes de la comunidad. ¡Una cadena! Una cadena de montañas, de lagos interconectados, de seres que viven en sociedad. Todos ellos, regidos por la misma naturaleza.

Bajo la lupa

Claro que, sentadas las bases de la guarda pampa y su significado, bien podemos acercar aún más la lupa. Continuando con la tónica revelada, cuatro son los lados de las cruces convencionales, y cuatro son los puntos cardinales hacia los que apuntan. ¿Y el resto de las cruces, las escalonadas? Hacia todas las direcciones, hacia ellas apuntan los ocho escalones de las llamadas cruces chakanas, los cuales simbolizan al sol y a su luz radial. Mientras que el punto central de ambas cruces representa a la luna.

Ser de la tierra, ser de luz

Pero como no sólo de naturaleza va el asunto, la cruz escalonada también significa la unión en diversidad. Cual pieza de encastre, de rompecabezas, la cruz chakana evoca a la complementariedad de los opuestos, de los diferentes entre sí. Pues cada individuo es cada quién, tiene luz propia. Por lo que cada punto blanco presente en el interior de la cruz simboliza, a su vez, el alma, la esencia misma del ser. Aquel ser de la tierra que, si bien supo extender su presencia hasta las pampas, supo echar raíces a la vera de la cordillera. ¿Entonces? ¿Por qué llamar a la guarda pampa como tal? ¿Por qué hacerlo si lejos está de ser la “guarda de los llanos”, si su trama espejada y simétrica evoca montañosas cadenas reflejadas en los también encadenados lagos?

Nada mejor que llamar a las cosas por su nombre, como bien se dice. Y si correctas menciones se trata, hoy no hemos hecho más que presentarle a la “Guarda del Cacique”. Pues, remitiendo a su condición jerárquica, nadie más que el cacique estaba autorizado a portarla sobre su poncho. Vinchas, pulseras, cintos e infinidad de objetos la muestran hoy a los ojos del mundo, con rebautizo incluido. Claro está, lo importante es el concepto: la guarda pampa es mapuche y bien sureña, hasta el último hilito de costura.