‪I.Ae. 27 Pulqui I, alas de la patria

FOTOTECA

Creado durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947, dio ejemplo de una producción técnica nacional que recién se impulsaba.

El ‪I.Ae. 27 Pulqui I‬ forma parte de la historia de los aviones a reacción y fue el primero en crearse íntegramente en Latinoamérica. Su desarrollo fue impulsad0 por el presidente de entonces Juan Domingo Perón, quien tenía el como precepto el avance técnico-científico como base prometedora para la evolución de la nación. En ese contexto se dio lugar a la creación de un vehículo que no dependiera de ninguna forma de la tecnología norteamericana capaz de surcar los cielos.

Entorno industrial

La fábrica de construcción de aviones se situaba en Córdoba y contaba con 15 mil empleados. Se trataba del Instituto Aerotécnico y allí se privilegió la construcción de prototipos de entre los que surgió el ‪I.Ae. 27 Pulqui I‬. El brigadier mayor Juan Ignacio San Martín, quien fue el director de esa sede entre 1944 y 1949, fue quien ideó e impulsó además del Pulqui; la moto Puma, el tractor Pampa, el auto Sedán Institec y el rastrojero.
Fue en 1947, tras 14 meses de trabajo, cuando se presenta el prototipo de nuestro primer avión a reacción. El nombre que se le otorgó fue “Pulqui”, que en lengua araucana significa “flecha”. Ingenieros argentinos entre los que se pueden mencionar Norberto Morchio y Humberto Ricciardi, y un diseñador francés, Emile Dowitine, fueron quienes cerraron ese modelo que funcionaba con un motor Rolls Royce Derwnt 5. Las alas fueron un diseño original del Instituto Aerotécnico y como eran más aerodinámicas contribuían en el ahorro de combustible.

Experiencia de vuelo

El primer piloto del Pulqui I fue Edmundo Weiss y dio curso a un vuelo que duró 10 minutos el 9 de agosto de 1947. Él iba sentado en una especie de cuna que permitía la absorción por parte de las turbinas, del aire que pasaba por los laterales. Se había construido el avión con una radio que le permitía al piloto hablar con la torre de control pero no recibir información desde afuera y para mayor audacia, no existía en el primer diseño un asiento propulsor. El aviador tenía que girar el avión y ejectarse hacia afuera en caída libre.

 Pulqui, un instante en la patria de la felicidad

El proyecto tan auguroso que tuvo su continuidad con la creación del Pulqui II, tras la Segunda Guerra Mundial, no pudo tener continuidad debido a la caída del gobierno peronista con el Golpe de Estado de 1955. Sin embargo, parte de la población y sobre todo quienes pudieron vivir ese suceso se quedaron con ganas de más. Tal es así que el artista plástico Daniel Santoro junto con el ingeniero metalúrgico Miguel Biancusso, quisieron dar una segunda oportunidad al ansia de ganar el cielo con material nacional y reconstruyeron el Pulqui en el 2010 a escala para revivir aquel pasado peronista. Su hazaña se puede ver en el documental Pulqui, un instante en la patria de la felicidad.

Lo que había comenzado como un plan teórico pudo ser llevado a la práctica con éxito y logró una satisfacción en la población argentina que todavía tienen testimonios sobre el recuerdo de aquella hazaña.

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