La Morocha abrió sus puertas en las intersecciones de la calle Mercedes y la Av. Avellaneda el 13 de Diciembre de 1913, en el barrio de Floresta, y fue una de las primeras fábricas de hielo del País. En ésa época las calles eran de tierra y la mayoría de los inmuebles eran quintas, algunas de muchas hectáreas.
Toda la maquinaria, como su chimenea de ladrillos de 50 metros de altura, fue traída de Inglaterra. En la actualidad, la chimenea y toda la fachada fueron restauradas a su forma original.
Los primeros clientes venían en carros tirados por caballos para poder llevar las barras de hielo a sus domicilios para el uso en heladeras de roble; pero también estaban los primeros “HIELEROS” que acercaban las barras a los vecinos para su comodidad.
La electricidad no era algo común en esos tiempos.
Con el tiempo, Hielo La Morocha fabricó manteca para ser exportada a Europa y también dulce de leche.
Actualmente, luego de un periodo a puertas cerradas, sigue produciendo barras de hielo y fabrica mas de 300 bolsas de hielo por día.
“Con los años es sorprendente observar la cantidad de clientes que vienen con sus padres, abuelos, hijos y nietos, como una tradición que se repite de una generación a otra”, comenta su actual propietario Nicolás Banyay. “Nunca nos cansamos de escuchar historias de fiestas y encuentros gratos que han tenido nuestros clientes gracias al hielo ‘LA MOROCHA’”.
por Adrian Blasetti
