¿Por qué no terminar el año con una señorita porteña sentada a la mesa? De raíces estadounidenses, la suprema a la Maryland recibió su toque francés para anclar en suelo nacional. La pilpera l@ invita a leer su sabroso periplo, aquel que la llevó a recalar en las manos y el buen genio de doña Petrona.