Los parroquianos recibieron una visita guiada de David mientras tomaban un delicioso aperitivo y luego con Juan pusieron manos a la masa para aprender cada secreto del relleno y el famoso repulgue. Finalmente al sartén (o al horno) ¡y lista la salteña!, ¿el resultado final? ¡riquísimo!
¡anímese parroquiano y venga a hacer con nosotros empanadas, que es facilito!
¡Buen provecho!