Como resultado de una reacción del Presidente Perón contra la política comercial que se estaba viviendo con Estados Unidos por los años ’50, nace el primer tractor argentino al que se llamaría Pampa y se anunció su fabricación sin siquiera haber trazado una línea de sus planos, solo para aquietar a los sectores agrícolas que necesitaban de los insumos provenientes de América del Norte para el trabajo agrario.
La gesta del tractor
El plazo que impuso el presidente Juan Domingo Perón durante un discurso en Santa Fé en 1950 para la fabricación nacional de un tractor fue de tres meses. Como el tiempo apremiaba, se recurrió a una encuesta a los hacendados que vivían sobre la ruta 9 que une Buenos Aires y Córdoba, y una vez decidido cuál era el modelo más fácil de usar y de máxima reacción, decidieron acelerar los trámites importando dos tractores de Uruguay de la marca Lanz.
La sede cordobesa de las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado fue el espacio en el que se procedió a desarticular por completo una de las unidades de los tractores extranjeros. Se buscaron fabricantes capaces de confeccionar las piezas, y aun así el tiempo apremiaba. Fue entonces que se decidió exponer al público en el Obelisco, directamente el segundo tractor que habían conseguido, al que le habían cambiado la parte frontal en la que se veía la marca Lanz por otra en la que decía “Pampa, IAME, Industria Argentina”. También se completó la acción dotando al tractor de un color tradicional naranja que sería característico en las siguientes formaciones creadas.
La evolución de la industria
Si bien la primera muestra no era en absoluto la consecuencia de una verdadera producción local, el primer paso estaba dado y tras la puesta en marcha durante varios días en Capital Federal de aquel prototipo camuflado para el 31 de diciembre del mismo año, 15 unidades estaban prestando servicio y se distribuyeron en diversos lugares del país con una perspectiva experimental. En total se fabricaron 3760 unidades entre 1952 y 1961.
“Perón cumple”
Si algo tiene de anecdótica esta iniciativa acerca de la creación del tractor nacional fue la recepción de los argentinos que poco creían acerca de que se cumpliera la promesa tan ligeramente planteada por el presidente Perón. Sin embargo, cuando cercanos al día de la presentación en el Obelisco se informaba el traslado del tractor desde Córdoba y se iba organizando el evento, las caras de sorpresa se iban volviendo más explícitas. El 17 de octubre de 1952 se instaló el tractor al público y cuentan quienes allí estuvieron que la gente llegaba desde lejos para poder verlo funcionar. Juan Carlos, que hoy tiene 85 años, recuerda haberse trasladado con su familia desde las afueras de Buenos Aires, porque ellos tenían vínculo con el sector agrícola y estaban particularmente interesados, y rememora el intenso ruido y olor de kerosene que la combustión del motor generaba. Sin embargo, comenta también que la gente pasaba admirada como “si se hubiera llegado a la luna”.
En el momento se desplegó esa sensación de seguridad al ver cumplidas las promesas y comenzó a utilizarse políticamente el lema “Perón cumple”.
Hoy muchos apasionados del tractor Pampa siguen sus huellas, trabajan en reconstrucciones y hasta siguen gozando del trabajo con los equipos añejos que siguen trazando huellas de arado.
