Que si de tradición hablamos, algún paisano empuñará la guitarra y entonará una canción ¿Zapada de pura improvisada o payada salida del corazón? Sea cual fuere la acción, que salga con buenos mates, pues no hay mejor compañía para la ocasión.
Al don pirulero
El campo, el gaucho, la china, los infaltables verdes… ¿con torta frita, tal vez? Será con bizcochos para algunos, con una chipa para otros. El mapa decide, la geografía manda, el pasado tira. Raíces, orígenes, llámelo como quiera. Todo cuanto se ha encargado de propiciarnos un legado, nada más y nada menos que lo que el término tradición -derivado del latín tradere– encierra en su significado. ¿Y si tuviésemos que pensar en una tradición nacional? Menuda tarea sería la nuestra, pues cada cual atiende su juego en cuestiones de usos y costumbres, en materia de herencias culturales. Aunque, en el intento de honrar a todo aquello que nos arraiga a nuestro suelo, a nuestras generaciones pasadas y a su más profundo acervo, fue necesario escoger una fecha del calendario, sólo una; y aquí le contamos el por qué es esta elección de diez.
Toda una gauchada
“Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera”; supo decir el gaucho Martín Fierro. Y bien oportuno que resulta citar la voz de esta criatura engendrada por el gran José Hernández. Pues nada menos que en su honor es que, como si de hermanar a todos los argentinos se tratase, el 10 noviembre ha sido la fecha instituida para celebrar el Día de la Tradición. Sí, precisamente el natalicio de quien diera vida a la obra cumbre de la literatura nacional ¿Habrá imaginado, don José, que su obra llegaría a tanto? Pues aún antes de que, por ley, se promulgara la fecha en cuestión -allá por 1939-, la que para muchos es considerada la “biblia gaucha” ya había alcanzado su buen cometido: el gaucho dejaría de ser el jinete vagabundo de las pampas y llanos, el vago y mal entretenido, para convertirse en un hijo genuino del país, en aquel que, inflando el pecho de orgullo, iría al frente en heroicas batallas por la independencia. ¡Qué decir de Martín Miguel de Güemes y sus gauchaje! Así las cosas, así la historia, el gaucho y su mundo, el gaucho y sus costumbres, el gaucho y sus tradiciones, son quienes hoy alzan la bandera del Día de la tradición; sean cual fueren sus pagos, sea cual fuere su ayer. El 10 de noviembre a todos invita a alzar la copa, a todos invita a festejar; encolumnando vivas huellas antepasadas en las filas de un unánime orgullo nacional. ¡A su salud!