Son los hongos de pino exquisitos comestibles que pueden ser encontrados en estado salvaje y que provocan, por ello, interesantes expediciones. Usados exitosamente en la gastronomía, no es recomendable cocinarlos sin asesorarse primero.
Cómo reconocer un hongo de pino
Los hongos de pino, llamados en su nomenclatura oficial Suillus Granulatus, son de contextura pequeña y no suelen superar los nueve centímetros de diámetro. Tienen una forma convexa y manifiestan una tonalidad que puede ir desde el anaranjado hasta el marrón en su superficie. Pueden presentar ciertas granulaciones sobre la piel lo que indica que son muestras jóvenes y es en esta etapa de su recorrido de vida cuando su carne es firme puesto que, con el paso del tiempo, se va haciendo más blanda y va mutando la tonalidad hacia el blanquecino. Pinares de Europa, América del Sur y del Norte pueden alojarlos, pero sólo se reproducen en los ambientes que mantienen una amplitud térmica. En Argentina se encuentran predominantemente en la provincia de Córdoba pero también pueden hallarse en la cordillera o pequeños bosques de la Costa Atlántica.
Una expedición en busca de un hongo de pino
Si querés encontrar buenos hongos de pino argentino, tenés que esperar al otoño porque es la época del año en la que se reproducen con más frecuencia en la base de los árboles. Tenés que preparar una cesta de mimbre porque rígida no permite que se resquebrajen, pero abierta les permite respirar. El mejor plan exitoso se encamina tras un día de lluvia puesto que la humedad y el frío de la noche posibilita que emerjan más fácilmente, siempre y cuando se dé un momento de calor. También son épocas propicias para su hallazgo los días comprendidos entre el cuarto creciente lunar hasta la luna llena, donde resplandecerán en su máximo apogeo. Es útil acompañar la travesía con una rama larga en la mano puesto que las malezas pueden llegar a distraer el hallazgo de los mejores ejemplares. Parece un recorrido atractivo y hasta sencillo pero, ¡ojo!, los que saben advierten que nunca se debe tomar un hongo sin conocer la procedencia ya que puede acarrear consecuencias negativas.
Hongos de pino en la gastronomía
El uso de hongos de pino es cada vez más frecuente en la gastronomía por el toque de exotismo que aportan, por el agradable gusto y porque utilizados en buenas preparaciones instalan en un plato de comida, el viaje hacia las profundidades de un bosque. Pueden preparase frescos en algunos platos y disecados en otros. Lo cierto es que en ambos casos siempre se consumirán sin la cutícula superior que puede ser indigesta. Son excelentes compañeros de carnes y pastas y protagonistas de varias preparaciones.
¿Probaste los hongos de pino? En tu próxima degustación dejáte llevar por su instinto y contáme cuán cerca del bosque llegaste.