La bondiola: En Mondiola creemos

FOTOTECA

Corte popular por excelencia de la parrilla argentina y “sánguche” imprescindible de los legendarios carritos de la Costanera.

Jefe, ¿sale una bondiola?

Desde que el cerdo es cerdo ha retozado en el lodo. Y desde que el cerdo se come, la bondiola es su corte por excelencia. La bondiola es un corte de carne porcina correspondiente al pescuezo o cogote del animal. Cuando el cerdo se faena, suele cortarse al medio por la linea de la médula espinal. Así, el cogote queda dividido en dos y de cada una de esas mitades que se deshuesa se obtiene una bondiola. Y de cada una de esas mitades se obtiene un argentino, que no temerá caer en el término “mondiola”.

¿Cómo dice que se come?

Adobada, con chimi, a la mostaza. Sola, completa, con huevo. Viva, rojita, a punto, marcada. Como salga, dónde salga, la bondiola es un clásico de la gastronomía argentina. Suele ser poco incluída dentro de la famosa parrillada, ya que es un corte que suele ser devorado en plena individualidad, como quien guarda un tesoro para la ocasión. Los puristas utilizan un proceso de “curado” por el cual se obtiene un fiambre, también llamado bondiola, pero que no compite ni en popularidad ni en sabor con este cogote asado, que suena tan mal y sabe tan bien.

Al pan pan y adentro la mondiola.

El sánguche de bondiola es el segundo clásico, detrás del mítico “chori”, a la hora de poner dentro de un pan algo que salga de una parrilla argentina. Ya sea en un asado con amigos o en uno de los clásicos puestos de la Costanera, el sanguche de mondiola ostenta el segundo puesto del ránking sanguchero argento. No existe manera alguna de sostener dicha estadística con ningún tipo de prueba científica, pero millones de adictos a este noble corte porcino podrán comprobarlo al grito de “jefe, ¿no tiene criolla?”.