Al pan pan (y al chorizo también): choripán

FOTOTECA

El chorizo “mariposa” en sándwich, clásica pasión gastronómica argentina.

¿Te sirvo un chori? El desafío de todo argentino al sentarse a la mesa un minuto antes de que el asado sea servido, es intentar comer un chorizo evitando la tentación de convertirlo en choripán. Para comprender esta pasión, basta con mirar a los ojos del comensal amante de la carne cuando el parrillero introduce los dientes del tenedor en uno de los tantos chorizos que trae en su tabla de madera. El sonido crocante del “chori” a la parrilla, sumado al aroma y el jugo que desprende, es capaz de desatar una disputa en el grupo presente si la cantidad ofrecida no alcanza.

Apetecible aperitivo

La tradición argentina dice que, si bien esta achura puede consumirse sin acompañamiento y a secas, en nuestro país se come con pan. No importa si el “chori-pan” como antesala de un delicioso asado nos quita medianamente el hambre, ya haremos lugar para los cortes que vienen. Una situación muy semejante a la que plantea la empanada criolla servida en servilleta mientras se espera el plato principal.

¿En qué consiste?

La fórmula básica del chorizo ubicado entre dos trozos de pan tiene pocas variables y secretos de armado. Luego de asarlo a la parrilla vuelta y vuelta, durante 20 minutos aproximadamente (el tiempo dependerá del tamaño y la distancia que lo separa del fuego), se le hará un corte longitudinal tanto a la achura como al pan. Quien guste, podrá antes colocar éste último unos minutos sobre la parrilla para que quede levemente tostado.
El choripán puede ingerirse solo, con aderezos o algún ingrediente. Mostaza, mayonesa y kétchup lo acompañan bien, aunque el aliado perfecto es el esplendoroso chimichurri: preparación casera elaborada a base de aceite, vinagre, ajo, perejil, ají, pimentón y sal. Las proporciones son a elección. También se le podrá sumar lechuga y/o tomate. El último paso es cerrar ambas “tapitas” de pan sobre el contenido y ¡A disfrutar!

¿Dónde conseguirlo?

En las canchas de fútbol, antes, durante y después del partido. En recitales de rock, ferias callejeras, movilizaciones políticas y asados familiares. En la costa del río, en cumpleaños infantiles, parrillas y restaurantes. Mientras exista la vaca, el clásico choripán argentino seguirá causando sensación.

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