Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta. Y lo cierto es que los oriundos de Brasil abarcan poco por estos pagos: constituyen apenas el 4% de la inmigración limítrofe en el país y el 0,1% de la inmigración total. ¿Qué si por ello los notamos poco? Nada de eso, pues la presencia brasileña sí que aprieta, y de lo lindo.
Nuevos horizontes
Vea usted: la inmigración brasileña marca una diferencia inicial en cuanto a aquello que por estas tierras la encuentra. ¿Una mejor y más estable situación económica? ¿Mayores y mejores oportunidades laborales? ¿Una visión de bienestar social a largo plazo? Ni tanto… Buena parte de los inmigrantes brasileños ha empacado sus petates para seguir a un amor nacional e incluso, para encontrar su lugarcito en la escena cultural y artística que con tanta efervescencia se desarrolla en la cosmopolita Buenos Aires. Cierto es que el turismo ha dado buena mano al asunto… Las paradisíacas costas brasileñas y las nieves cordilleranas argentinas han sido los polos de un enérgico flujo de viajeros que, a fin de cuentas, habrían de convertirse en mucho más que ello. Y si el paisaje los junta, las pasiones, afinidades y costumbres los cohesionan con potente fuerza. Sin embargo, la presencia de asociaciones brasileñas en Argentina viene ya de un buen tiempo a esta parte.
Junt@s pero no revueltos
Gran puntapié es el que propicia la Asociación Civil de Intercambio Cultural “Me Leva Que Eu Vou”: fundada en el año 2002, promueve actividades que facilitan la integración social y cultural de los recién llegados de Brasil a Buenos Aires. Por su parte, la “Fundación Centro de Estudios Brasileros” (FUNCEB) propone la ecuación inversa: difundir y expandir tanto la lengua portuguesa como la cultura brasilera en el país. Y si de aquello va la cosa, que la danza no quede afuera. ¿No lo cree? Vaya si así lo hizo don Marcos Gyutauna, fundador en 1995 de la “Asociación Argentina de Capoeira”, cuyo pilar no solo se basa en la enseñanza de esta disciplina sino en dar a conocer la cultura afro-brasilera en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Sabores al margen? Desde luego que no… La Asociación Cultural Argentina-Brasilera “A Turma Da Bahiana” fue, de hecho, el resultado de una sabrosa iniciativa: la participación de doña Sergina Anunciaçao Da Boa Morte y sus hijas en ferias y eventos culturales donde poder mostrar no solo las costumbres de Brasil; sino sus comidas típicas.
Abran cocina
Si en Argentina tanto crisol de patrias ha redundado en una gastronomía “encrisolada”, la mixtura también ha estado a la orden en Brasil. Con las influencias étnicas que caracterizan a su cultura toda, la cocina brasileña posee registros indígenas, africanos y portugueses. A lo que, claro está, se suma la variedad propia que genera la extensión del territorio y sus particularidades geográficas. Sin embargo, más allá de los platos típicos de cada región, sí que hay recetas de peso nacional. ¿Adivina, acaso, cuál es su emblema culinario? Sí, sí. La “feijoada”. Con frijoles y carne de cerdo a la orden. Quienes, así como el arroz, la mandioca, el pescado, los mariscos y las frutas tropicales componen el ABC de ingredientes que frecuentan las paladares brasileños.
¿Acaso también han conquistado el suyo? Sí, pues. Brasil en Argentina es sabor, calor, color y ese fervor cálido por el que difícilmente resulte indiferente a sus sentidos. Ríndase nomás, que la alegría, por suerte, es compartida.
