Envidia, mala energía, negatividad… ¿Qué más? Si “lo esencial es invisible a los ojos”, la mirada pareciera, a su vez, esconder un poder por fuera de lo visible. Así pues, hoy ponemos el ojo sobre el mal de ojo. Por lo que más que permitida está la redundancia. ¡Pase y lea sin pestañear, nomás…!