Hugo Cetrángolo, actual socio fiduciario del Convivium Punto Slow Food Bs As., se ha topado con un hallazgo en Buenos Aires: la Pulpería Quilapán, un proyecto en línea con la filosofía de Slow Food.
“La Pulpería Quilapán es un lugar de encuentro, refugio de curiosos, de viajeros, de productores artesanales y vecinos simpáticos”. Grégoire Fabre. La iniciativa fue de Gregoire y Tatiana, una pareja de franceses que está poniendo en valor una casona de fines del siglo XVIII en San Telmo, donde están ultimando la restauración de un espacio donde confluyen la gastronomía, la producción artesanal de alimentos, la arquitectura, la historia y la cultura.
El Convivium Punto Slow Food Bs As apoya este gran proyecto y apenas sea inaugurada la pulpería realizará un evento para que los socios y amigos de Slow Food puedan disfrutar de esta propuesta.
Es un proyecto polifacético, que comenzó en septiembre de 2012 y que espera abrir su puerta virtual en septiembre 2013 sobre pulperia.com.ar (http://www.facebook.com/pulperiaquilapan) y su puerta real en la calle Defensa al 1344 en marzo 2014, pero que ya organiza eventos (arqueológicos, mateada, exposición de fotos, concierto de música, mercado campesino, cata ilícita) todos los domingos soleados a la tarde para compartir día a día los descubrimientos.
Historia de la casona de la pulpería
La antigua casona de la pulpería sufrió diversos cambios arquitectónicos a los largo de los años. Pero, ahora, liberada de capas superfluas muestra su estructura en todo su esplendor. Albergó los más diversos rubros: una tintorería, un taller mecánico, un conventillo, la Fundación San Telmo (contó con una charla de José Luis Borges y exposiciones de Marta Minujín y Guillermo Kuitca), la milonga del gordo, el bar Che Bacana, la escuela de tango AR, la galería de arte de Roberto Martín, el taller de actuación de Víctor Laplace, un centro de expresiones artísticas, una feria americana y ahora una pulpería!
Ambientación
El lugar está colmado de cientos de tesoros atemporales, como una pianola y una pochoclera que nos envuelve en una atmósfera de antaño que no debiera desaparecer .
Orgullosos los aljibes y pozos, tres aberturas colmadas de tesoros ansiosos de ser descubiertos, les dan a los arqueólogos objetos centenarios (soldaditos de plomo, monedas, botones, pipas, entre otros) que dan a conocer detalles de la memoria de este lugar. Durante el proceso de puesta en valor de la casona, Gregoire, Tatiana y el equipo de trabajo sintetizaron y definieron el marco de la vertiente de la pulpería del siglo XXI.
Actualmente, con el grueso de la restauración terminada, comienzan a abrirse las propuestas arquitectónicas para “despertar” el lugar, sin dañar su estructura y procurando mixturar la esencia estructural de la casa con un proyecto arquitectónico sustentable y que englobe lo urbano y lo agreste. También comenzaros a allanar el camino de la comunicación y difusión del proyecto, volcados en redes sociales facebook/pulperiquilapan) y trabajando con diseñadores gráficos (perfilamos y culminamos el manifiesto de la pulpería Quilapán, el alma del proyecto – que puedes leer más abajo) y webmaster para formular, crear y definir el microcosmos pulpero de la página web de la pulpería Quilapán. La mejor definición del proyecto es entonces su manifiesto.
