Edifico Comega, a razón de ser
Ya lo había dicho su racional vecino, el Safico: no más ornamentaciones. Casi que marcando el paso de la época,
Curiosidades porteñas, construcciones antiguas y cimientos restaurados… nos intriga cada partecita de la ciudad y el campo.
Ya lo había dicho su racional vecino, el Safico: no más ornamentaciones. Casi que marcando el paso de la época,
La Boca del Riachuelo. O la puerta de entrada a quienes, desde diferentes patrias y latitudes habrían de alimentar
Nada de volutas ni balaustradas. Mucho menos mansardas o almohadillados. En tiempos en que el utilitarismo Le Corbusiano arribaba a
A izquierda y derecha. O a derecha e izquierda. Lo mismo da para el pasaje Rivarola. Como si su
Chaflán, chanflán, chanfle… Derivados varios se admitían para la España desde la que tan Europea moda urbana, a principios del
¿Qué forma puede alcanzar nuestra imaginación? Sí, porque no es una cuestión de distancia; sino más bien, de
Rusticidad a la orden del día, casas de piedra, una población que no supera las tres centenas de habitantes y
¡Que habría sido de la cosmopolita Buenos Aires sin el academicismo de Bustillo! Y la pretenciosa Mar del Plata no
De construcciones derrumbadas, memorias ajadas y escombros del ayer nuestra querida Buenos Aires ha sabido de sobra. Pero cuando el
Ama y señora de todas las miradas, se alza en el horizonte rioplatense ufana de su dualidad. ¿Es ella una
Álamos, sauces y ombúes se erigían ufanos, dichosos de escoltar las aguas del río. La costa, la orilla, la vera
Muros almohadillados, remates a pura mansarda (esa suerte de ventanales que asoman en los desvanes), techo de pizarra negra y
pulpería Quilapán – Defensa 1344, Casco Historico, San Telmo 1143, Buenos Aires.