Cafés porteños, con derecho de piso
Chau, chau, adiós. Que las viejas y queridas pulperías vieron marchar en fila a sus parroquianos ante la prohibición de
Chau, chau, adiós. Que las viejas y queridas pulperías vieron marchar en fila a sus parroquianos ante la prohibición de
Docente, investigadora. Humana. Una condición tan intrínseca a nostr@s como tantas veces escasa, pero que Águeda Fernández ha sabido manifestar
Centinelas de las esquinas, su boca tragaba hacia una profundidad inescrutable a los ojos las más disímiles misivas. Palabras
Si acaso fuera posible tender un puente entre las verdes orillas del delta argentino y la cosmopolita Barcelona, ése lo
Blanco, Beige y rojo. Simpaticón por donde se lo mirase incluso a pantalla apagada. Pues el Noblex Micro 14 portátil
Como un escenario en el que la “obra” de la dorada sociedad porteña pasó por las tablas de nuestra
¿Cuántas veces hemos oído hablar de la “energía” que se mueve en los recitales, entre público y artista/as? Pues lo
Ya lo había dicho su racional vecino, el Safico: no más ornamentaciones. Casi que marcando el paso de la época,
La Boca del Riachuelo. O la puerta de entrada a quienes, desde diferentes patrias y latitudes habrían de alimentar
Nada de volutas ni balaustradas. Mucho menos mansardas o almohadillados. En tiempos en que el utilitarismo Le Corbusiano arribaba a
Los artistas sean unidos, porque esa es la ley primera para potenciarse unos a otros; para engrandecer esos mundos concebidos
Carlitos Balá, un kilo y dos pancitos. O todo lo que está bien. Porque nada mejor que referirnos a
pulpería Quilapán – Defensa 1344, Casco Historico, San Telmo 1143, Buenos Aires.